El emprendimiento es un área que ha ganado protagonismo en las últimas décadas, tanto entre jóvenes como entre personas mayores. Sin embargo, a pesar de las oportunidades disponibles, muchas personas mayores de 55 años enfrentamos barreras mentales que nos impiden dar el salto hacia el autoempleo. Estas barreras, comúnmente conocidas como creencias autolimitantes, pueden ser profundamente arraigadas y, a menudo, son el resultado de experiencias pasadas, contextos culturales y creencias sociales.
Las creencias autolimitantes entre los mayores de 55 años hacia el emprendimiento no son insuperables. A medida que la sociedad avanza hacia una comprensión más profunda del valor de la experiencia y la diversidad en el emprendimiento, también es fundamental que los individuos de esta edad reconozcan su propio potencial.
Superar estas creencias es un proceso que requiere autoconocimiento, educación y apoyo. Una actitud positiva y el deseo de explorar nuevos horizontes son los primeros pasos para una nueva aventura empresarial. Al desafiar las creencias autolimitantes y adoptar una perspectiva fresca sobre la vida, las personas mayores pueden descubrir un mundo lleno de oportunidades aún por explorar. Emprender después de los 55 años no solo es posible, sino que también puede ser una experiencia profundamente enriquecedora y transformadora.
En este artículo, exploraremos las creencias autolimitantes más comunes que afectan a los mayores de 55 años, así como las formas en que pueden superarlas para emprender con confianza.
Comprender las Creencias Autolimitantes
Las creencias autolimitantes son pensamientos y creencias que restringen nuestro potencial. Estas ideas pueden ser el resultado de experiencias pasadas, influencias culturales o jerarquías sociales que han estado presentes a lo largo de la vida. Para los mayores de 55 años, algunas de estas creencias pueden estar profundamente arraigadas y pueden manifestarse en diferentes formas:
- La idea de que es demasiado tarde: Muchos adultos mayores creen que han pasado su momento para comenzar algo nuevo. Este sentimiento es común en nuestra sociedad, que a menudo idealiza la juventud y asocia el emprendimiento con personas jóvenes e innovadoras. Esta creencia se convierte en una trampa que impide a los mayores de 55 años examinar sus habilidades y el valor que pueden aportar.
- Miedo al fracaso: La experiencia de la vida puede venir acompañada de fracasos y decepciones. Para algunas personas mayores, estos momentos pueden llevar a la conclusión de que emprender conllevará más fracasos, llevando a una aversión al riesgo que bloquea la posibilidad de intentarlo. El temor al fracaso puede convertirse en una barrera paralizante que impide la exploración de nuevas ideas.
- La falta de habilidades tecnológicas: En un mundo cada vez más digital, muchos mayores de 55 años sienten que no cuentan con las habilidades técnicas necesarias para tener éxito en un entorno empresarial. Esta percepción puede limitar su deseo de aprender nuevas habilidades y adaptarse a las demandas actuales del mercado.
- La creencia de que no tienen capital suficiente: La percepción de que no tienen suficiente dinero para invertir en un nuevo proyecto puede ser una barrera significativa. Aunque es cierto que el capital es importante, también existen modelos de negocio que requieren menos inversión o incluso opciones de financiamiento alternativas que podrían explorarse.
- Comparaciones con los jóvenes: Es común que los mayores de 55 años se comparen con los emprendedores más jóvenes, lo que puede llevar a la conclusión equivocada de que no tienen lo que se necesita para competir. Esta comparación no solo es injusta, sino que también se basa en la creencia errónea de que la juventud es sinónimo de éxito en el emprendimiento.
- La creencia de que no se pueden aprender cosas nuevas: Algunas personas mayores pueden sentir que han alcanzado un punto en el que ya no pueden adquirir nuevas habilidades o conocimientos. Este pensamiento es limitante y puede evitar que busquen formación o educación continua.
Superando las Creencias Autolimitantes
Afrontar y superar estas creencias autolimitantes es fundamental para que los mayores de 55 años puedan explorar el emprendimiento. A continuación, se presentan algunas estrategias que pueden ayudar en este proceso:
- Reenmarcar la narrativa: En lugar de ver la edad como un obstáculo, los emprendedores mayores deben empezar a considerar sus años de experiencia como activos valiosos. Reenfocar la narrativa personal para resaltar la experiencia, habilidades y conocimiento acumulados puede ayudar a reconfigurar la percepción sobre sí mismos y su potencial.
- Educación y formación continua: Participar en cursos y talleres puede no solo ayudar a adquirir nuevas habilidades, sino también proporcionar el conocimiento necesario para enfrentar temores relacionados con la tecnología y los negocios. La educación continua es una herramienta poderosa que puede ayudar a disipar las dudas sobre la habilidad de aprender cosas nuevas.
- Buscar apoyo y mentoría: La conexión con otros emprendedores, ya sean jóvenes o de la misma edad, puede proporcionar una perspectiva invaluable. Las organizaciones que apoyan a los emprendedores mayores, así como las plataformas como Supercanas, pueden ofrecer recursos y redes significativas que faciliten el emprendimiento.
- Establecer metas realistas: Definir metas pequeñas y alcanzables puede ayudar a construir confianza. Comenzar con pasos pequeños permite ganar experiencia sin la presión de un salto drástico. A medida que se logren estos objetivos, la confianza crecerá y se abrirá la puerta a nuevos y mayores retos.
- Aceptar el fracaso como parte del proceso: Redefinir cómo se ve el fracaso en el contexto del emprendimiento es vital. En lugar de verlo como un final, debería ser visto como una oportunidad de aprendizaje. Adoptar una mentalidad de crecimiento permite enfrentar los fracasos como lecciones valiosas y no como barreras.
- Desafiar la presión social y cultural: Es importante cuestionar las normas culturales que asocian la edad con la limitación. Fomentar una comunidad que valora y celebra las contribuciones de las personas mayores al ámbito empresarial puede ayudar a cambiar percepciones.
- Conectar con la pasión: Facilitar el proceso de emprendimiento a través de la conexión con pasiones personales puede ser un poderoso motivador. Cuando el emprendimiento se basa en algo que se ama, las dudas y temores tienden a disminuír.
Casos de Éxito
La historia está llena de ejemplos de personas que han emprendido con éxito después de los 55 años, demostrando que es posible superar las creencias autolimitantes. Uno de los ejemplos más famosos es el de Harland Sanders, conocido como el Coronel Sanders, quien fundó KFC a la edad de 65 años. Su éxito es un recordatorio de que la edad no es un obstáculo, sino más bien una oportunidad para construir un legado.
Otro ejemplo es la historia de Vera Wang, que comenzó su carrera como diseñadora de moda a los 40 años y ha logrado un inmenso éxito, demostrando que la pasión y la dedicación pueden superar cualquier limitación autoinfligida.